Dulce, grasienta, alcoholizada y descontrolada Navidad. Uno se hace propósitos de enmienda: "no me pasará lo del año pasado", "entrenaré cada día", "no comeré turrones", "no iré a todas las cenas o comidas a las que me inviten".... Nada, al final, la carne es débil, como siempre.
Este año he conseguido incluso salir a correr tanto el día de Navidad como el de Sant Esteban para "ganarme" la comida, pero la mezcla de gases del cava con la mayonesa de los langostinos y el azúcar de los turrones de chocolate, al vaivén del trote cochinero produce una reacción química en el estómago que hace que te sientas peor todavía. Al final, resulta casi más contraproducente salir a entrenar que dormir una buena siesta para digerir los excesos. El año que viene seguro que no me pasa...
Dos reflexiones serias: primera, ¿a qué botón hay que darle para pedir la parada donde bajarse de esta loca espiral de consumo, excesos y despilfarro en que se han convertido esto de la Navidad?, ¿cómo puedo hacer para que, al menos, no engulla también a las futuras generaciones sobre las que teóricamente debemos influir?.
Segunda: ¿cuándo dejaremos de llamarles vacaciones de Semana Santa o Navidad para nombrarlas por el nombre correcto (al menos para el 90% de la población que no las vincula para nada con temas religiosos) de vacaciones de "primavera" e "invierno" respectivamente.
Quiero decir: es realmente curioso, por decirlo de una manera, que la gente se lanza a celebrar a saco (comidas, regalos, viajes,...) unas fiestas que en realidad no sienten en absoluto, y es que además NO TIENEN PARA NADA ese sentido. Sólo que es porque "toca" hacerlo.
Hagámonoslo mirar entre todos porque esto va a peor cada año.
Yo de momento, me propongo volver a la carga con los entrenos: carrera casi diaria (que la Maratón de BCN está al caer), seguir nadando suave dos días a la semana, y sacarle el polvo a la bici cualquier día de estos.
Buenos propósitos...
2 comentaris:
Pues mira Club (a ver si te cambias el nick, que es muy jodido llamarte Club, o por el apellido, Triatlo...) estoy de acuerdo contigo en que desgraciadamente hemos convertido dos fiestas religiosas (ya sabes que me cuento entre ese 10% que quiere al menos celebrarlas como Dios manda) en simples momentos de descanso. Es evidente que para la gran mayoría son solo fiestas en las que desparramar (en todos los sentidos). Y el sentido consumista que estamos inculcando en nuestros hijos es pavoroso. El propósito que yo me hago es conseguir sentir cada vez la Navidad y la Semana Santa en su verdadera dimensión (lo que además no está reñido para nada con salirse de la rutina diaria), y hacérselo sentir a los que tengo alrededor. Luchar para no tener que sustituir el nombre de las fiestas, que estoy de acuerdo, hoy son más de invierno y primavera que religiosas. Ya te contaré en el blog del año que viene cómo ha ido.
En cuanto a los excesos gastronómicos, a pesar de que este año ha sido de los más duros (comida-cena fuera de casa casi todos los días desde Noviembre), he conseguido mantener el peso, gracias a la constancia en los entrenos (y a no haberme lesionado :-). De hecho hoy he dado en báscula un record low, por lo que las perspectivas para Barna son muy halagüeñas, al menso en cuanto a peso.
estoy entrenando muy bien, salvo el tema de las pesas, que no me da tiempo. Este domingo competimos en Trs Cantos, a ver qué tal se da. Y el viernes que viene prueba de esfuerzo, a ver cómo estamos en relación al año pasado.
En fin, como Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a Mahoma...
Hombre!, "Compito" (tu nick tampoco está nada mal), que bueno leerte por aquí!
Me alegro de que mantengas a ralla a la Sra. Báscula (yo estoy siendo incapaz de rebajar más de un kilito desde las fiestas), y de que compartas opinión conmigo con lo de las fiestas: decididamente, debemos hacer alguna cosa al respecto, al menos con los más cercanos a nosotros.
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